La crisis de la cadena de suministros ha generado grandes disrupciones en el sector del transporte marítimo y todas sus industrias conexas ante un importante aumento en la demanda y problemas de oferta que ni las empresas de transporte ni los puertos ni muchos proveedores estaban listos para afrontar.

Esto se tradujo en un incremento de los fletes, así como de los tiempos de envío ante los múltiples cuellos de botella que se generaron en toda la cadena, originando una tensión en el sistema que se ha convertido en una de las principales causas del importante brote inflacionario que está viviendo el mundo.

No obstante, parece que algunas de las causas que originaron esta crisis están reduciendo su intensidad o han desaparecido casi por completo, lo que sumado a una mayor digitalización del sector y las inversiones realizadas estos meses para cumplir con la demanda han hecho que las demoras sean cada vez menores y los costes de envío se reduzcan.

Es por ello por lo que muchos expertos ven razones para ser optimistas sobre el fin de la crisis y páginas especializadas como MorningStar ya han identificado factores que justifican este optimismo, entre los cuales destacan:

1)    La fiabilidad del flete marítimo está mejorando con retrasos reducidos, aunque partiendo de una base alta de 2021;

2)    Las causas subyacentes de la crisis de la cadena de suministro (bloqueos, mandatos de distanciamiento social y escasez de mano de obra) han experimentado mejoras en los últimos seis meses;

3)    La capacidad de carga por mar y aire está aumentando hasta 2022, lo que debería ayudar a aliviar la escasez, particularmente en las rutas de este a oeste;

4)    Las tarifas de flete, que ya están por debajo de sus máximos de fines de 2021, deberían caer aún más en la segunda mitad de 2022, lo que debería ayudar a aliviar la presión sobre las tasas de inflación global;

5)    Los fabricantes de automóviles están fortaleciendo los lazos con los fabricantes de semiconductores y mejorando la tecnología como una solución a largo plazo para la escasez causada por la pandemia. Y los inventarios de semiconductores se están reconstruyendo lentamente, ya que los productores están haciendo funcionar las plantas e invirtiendo en nuevas instalaciones para satisfacer la mayor demanda, que debería alcanzar su punto máximo este año.

Sin embargo, no todos son buenas noticias, otra de las razones que parece estar detrás de la menor congestión es la reducción de la demanda global, algo que podría tener un impacto negativo en un sector que lleva tiempo trabajando para adaptarse a unos niveles de demanda mundial que podrían verse reducidos en unos meses.