Motores y combustibles siguen evolucionando para cumplir unas metas medioambientales que se hacen cada vez más exigentes y que incluyen, entre otros, los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, los propios de la Organización Marítima Internacional y las legislaciones nacionales. Esta exigencia promete tener también un importante impacto en la tecnología de los turbocompresores ante la presión de extraer cada vez más energía de unidades más pequeñas, que generen menos ruido y emisiones.

La OCDE ha reconocido en un reciente informe sobre las embarcaciones verdes del futuro que los turbocompresores “afectan radicalmente la eficiencia en el consumo de combustible”. Es por ello por lo que las empresas del sector están empleando estos dispositivos para mejorar la eficiencia energética.

Otra conclusión del informe es la necesidad de apostar por la eficiencia de los turbocompresores, por esta razón siempre se recomienda tener al día los mantenimientos programados y, en casos de dispositivos antiguos, se recomienda reemplazar por turbocompresores de última generación por medio de Retrofit, que permiten una combustión del carburante más completa, reduciendo así la formación de óxido de nitrógeno de forma significativa.20

También es posible reducir el impacto medioambiental y rebajar costes optimizando los sistemas para carga baja que ayudan a reducir hasta en un 25% las emisiones.

Por su parte, voceros del sector como Lars Robert Pederson, Vicesecretario General de BIMCO, han querido resaltar como un aumento sostenido en la demanda de transporte marítimo no se ha traducido en mayor contaminación “con un incremento proyectado de entre el 50% y el 100% en la demanda para 2050, mientras las emisiones se quedan 10% por debajo de su nivel en 2008. Demostrando que con la ayuda de las embarcaciones de cero emisiones estamos en el camino adecuado para acelerar el desacoplamiento de comercio y contaminación”

También se ha pronunciado a este respecto Kitack Lim, Secretario General de la Organización Marítima Internacional, quien ha expresado que el comercio marítimo “necesita asegurar su propia sostenibilidad” resaltando como una de las metas de su institución el “asegurarse de que este siga haciendo su contribución a la economía mundial sin alterar el delicado equilibrio de la naturaleza”.

Es por ello por lo que están trabajando en construir los cimientos de un futuro más sostenible en la industria marítima que debe comenzar con una mayor eficiencia, y, justo ahí, es donde entran en juego los turbocompresores porque pueden hacer una gran diferencia para conseguir motores más potentes, con un mejor ratio de consumo de combustible y emisiones más bajas, atributos ideales, ha afirmado Lim, “para enfrentar los retos de esta industria durante las próximas tres décadas”.